Una pregunta muy habitual cuando nos adentramos en el maravilloso mundo de la microbiota es la de si existe un “core microbiano” o modelo óptimo de microbiota.
Ya te adelanto que NO, al menos con el conocimiento actual. Pero exploremos esta cuestión.
¿Por qué no existe un modelo óptimo de microbiota?
Recordemos en primer lugar que la microbiota es la comunidad de microorganismos (principalmente bacterias, pero también puede incluir hongos y virus) que habitan en diferentes partes del cuerpo humano, como la piel, la boca, el intestino y otros órganos.
Estos microorganismos tienen un papel importante en la salud y el bienestar del cuerpo humano y pueden afectar la digestión, el sistema inmunológico o el metabolismo.
El problema es que es difícil determinar un modelo óptimo de microbiota ya que la composición de la misma varía de persona a persona y puede cambiar durante la vida debido a factores como la edad, la dieta, el estilo de vida y el medio ambiente.
Además, se ha demostrado que la microbiota es dinámica y puede cambiar rápidamente en respuesta a cambios en el entorno o en la dieta.
Asimismo, el estrés, el agua que consumimos o la práctica deportiva también tienen influencia en la composición de la misma, por lo que nuevamente, pensar en un modelo óptimo parece misión imposible.
No obstante, podemos cuidar de la salud de nuestra microbiota
A pesar de lo dicho y aunque no hay un modelo óptimo de microbiota que se aplique a todas las personas, se ha demostrado que una microbiota diversa y equilibrada se asocia con una mayor salud y bienestar.
Por lo tanto, es importante mantener una dieta saludable y variada y llevar un estilo de vida activo para promover un ambiente microbiano sano y en eubiosis.
En resumen, lo ideal es centrarnos en tener un estilo de vida saludable que favorezca nuestra propia homeostasis (término del que ya te hablé en artículos anteriores), ya que eso repercute directa e indirectamente en el equilibrio de nuestra microbiota.