La piel es el órgano más grande de nuestro organismo y alberga una gran diversidad de bacterias, hongos y virus, aunque pueden encontrarse arqueas y ácaros. Hablamos del microbioma de la piel.
Un universo simbiótico nos protege
Ese universo simbiótico, del que hablaba en la introducción, es denominado microbiota cutánea, microbiota dérmica, dermobiota o, más coloquialmente, microbiota de la piel.
Tres serán las funciones principales del microbioma de la piel: protección contra agentes patógenos, participación en el sistema inmune y generación de metabolitos mediante la degradación de distintas sustancias. No obstante, la piel, como órgano, también participa en la termorregulación corporal.
Composición estructural de la piel
Un punto importante para entender el funcionamiento de nuestra microbiota cutanea es conocer qué tipo de estructuras la conforman.
En este sentido, toca resaltar dos clasificaciones diferentes:
- A nivel de capas, encontramos la dermis, la epidermis y la hipodermis o capa subcutánea.
- Atendiendo a sus características fisiológicas distinguiremos entre zonas húmedas, zonas secas y zonas sebáceas o grasas.
La conjunción de estas tipologías va a conformar un conglomerado de características que provocan, que, en cada zona, la distribución de los microorganismos de la microbiota de la piel sea distinta.
Por ello, vale la pena detenerse y ahondar brevemente en las características de estas estructuras, ya que van a marcar la distribución del microbioma de la piel.
Dermis
Es la capa interna de la piel la cual se subdivide a su vez en las denominadas dermis papilar (superior y más delgada) y dermis reticular (inferior y más gruesa).
En la dermis podremos encontrar nervios, folículos pilosos, glándulas sebáceas y sudoríparas y otras estructuras.
Hipodermis
Es la capa más profunda donde encontramos principalmente tejido adiposo.
Epidermis
La epidermis es la capa más externa de la piel y está conformada por células denominadas queratinocitos. Esta es la estructura que más impacto tiene a nivel de funcionalidad de la dermobiota, ya que es la que está en mayor contacto con los microorganismos, pero no es la única, ya que las capas internas también tienen un papel simbiótico con distintos tipos de bacterias, como se descubrió ya en el año 2013.
Cabe destacar que en la epidermis factores como el pH, la humedad, la exposición a la luz ultravioleta, la temperatura, o el contenido de sebo presente, modificarán el ambiente de la microbiota de la piel.
Y precisamente, por el impacto estructural de estos factores, se conforma la segunda clasificación de zonas de la piel:
- Zona húmeda: formada por el codo, el dorso de la rodilla y la ingle.
- Los principales colonizadores son Corynebacterium y Staphylococcus.
- Zona seca: situada en la mano y la cara palmar del antebrazo.
- Su microbioma principal está formado por Micrococcus, algunas especies de Enhydrobacter y Streptococcus.
- Zona grasa o sebácea: que se corresponde con la cara, el pecho y la espalda.
- Están colonizadas principalmente por Cutibacterium. Su entorno es menos diverso y abundante en microorganismos que los de áreas húmedas.
Funciones del microbioma de la piel
Como hemos indicado, las tres principales funciones de la microbiota cutanea son:
Protección contra agentes patógenos
Esta función se cumple de dos maneras: por un lado, con la propia barrera estructural de la piel y, por otro, mediante la actividad microbiana, la cual inhibe o lucha para destruir distintas especies patógenas.
Un ejemplo de esa actividad antipatogénica mediada por los propios microorganismos presentes en en la microbiota de la piel, la podemos observar en un interesante estudio de Ramsey y colaboradores de 2016 en el que se pone de manifiesto que el Staphylococcus aureus, que es causa común de infección en humanos y está presente de manera habitual en la vía nasal y dérmica, modifica su interacción con el huésped, en presencia de las bacterias del género Corynebacterium, pasando a ser una bacteria comensal y dejando de ser patógena.
Sin duda, una de esas características que pone de relieve la maravillosa complejidad de la microbiota.
La microbiota de la piel forma parte del sistema inmune
Un ejemplo de la relación directa entre piel y sistema inmune, lo encontramos en los procesos inflamatorios relacionados con la reparación de tejidos. Cuando existe un daño cutáneo agudo, la dermobiota libera ligandos (un tipo de sustancias señalizadoras) que activan los queratinocitos y desencadenan la liberación de mediadores inflamatorios.
Además, los péptidos antimicrobianos, las citocinas y las quimiocinas, son producidas y secretadas en respuesta al crecimiento microbiano para ayudar a controlar el microbioma de la piel, lo que impacta positivamente en la reducción de la disbiosis cutánea, así como ayuda a “educar” al sistema inmunológico ante las situaciones de desequilibrio microbiano.
Degradación de sustancias y generación de metabolitos
Relacionado también con el sistema inmune, sabemos que Staphylococcus epidermidis puede producir ácido lipoteicoico, el cual puede mitigar la inflamación y promover la cicatrización de heridas.
Siendo así, la metabolómica (una de las ciencias ómicas de la que te hablo en otro artículo), tiene mucho que decir en los próximos años sobre esta actividad microbiana en la dermobiota.
Composición de la dermobiota
En lo que llevamos de artículo, hemos destacado ya algunas especies presentes en la microbiota de la piel, pero es interesante ahondar en este aspecto.
La primera y principal característica en cuanto a la composición de la dermobiota, es que esta dependerá en gran medida de las características fisiológicas de la piel dónde habiten los microorganismos, siendo más abundantes en las áreas húmedas.
Y aunque en la mayoría de casos hablamos de bacterias, lo cierto es que los hongos también tienen su importancia en el microbioma de la piel, especialmente los del género Malassezia.
Quizá en un futuro, el micobioma (el microbioma propio de los hongos) cutáneo cobre mayor importancia aún, dado que se teoriza sobre la posibilidad de que diversas especies de hongos, que ahora mismo colonizan nuestra piel, no han sido todavía descubiertas, ya que los recursos dedicados a los estudios taxonómicos y la tecnología actual dan predominio a las bacterias.
Asimismo, los virus también están presentes, aunque en menor medida que las bacterias y los hongos.
Microorganismos con mayor presencia en el microbioma de la piel
Pasamos a destacar a continuación las especies más importantes en cada tipo de microorganismo a nivel de microbiota dérmica:
- Bacterias
- Cutibacterium acnes
- Corynebacterium tuberculostearicum
- Staphylococcus hominis
- Staphylococcus epidermidis
- Streptococcus mitis
- Staphylococcus warneri
- Hongos
- Malassezia restricta
- Malassezia globosa
- Trichophyton rubrum
- Aspergillus tubingensis
- Tilletia walkeri
- Virus y fagos
- Molluscipoxvirus
- Fago de Propionibacterium
- Poliomavirus de células de Merkel
¿Y qué hay de las arqueas?
Pocos son los estudios orientados en detectar la presencia de arqueas en la piel, o lo que sería lo mismo, definir el arqueoma cutáneo.
Un reciente estudio de Umbach y colaboradores de agosto de 2021 pone de manifiesto este hecho, haciendo una extensa revisión de las investigaciones relacionadas con las arqueas y la microbiota dérmica.
Entre las conclusiones más destacables tenemos:
- Prevalencia de las clases Methanobacteria y Haloarchaea.
- Menor presencia de la clase Nitrososphaeria de lo que mostraban estudios anteriores.
- En general, poca presencia de arqueas en la microbiota de la piel humana lo que hace que se plantee la duda de si realmente las arqueas forman parte de la microbiota cutánea residente o transitoria (conceptos que vemos a continuación).
Microbiota de la piel residente y transitoria
Un aspecto interesante de la microbiota dérmica es que tiene un grado bastante alto de variabilidad temporal, con comunidades microbianas más estables (o residentes) y otras más transitorias, aunque este aspecto depende también del tipo de estructura dérmica de la que hablemos y de las características de la misma.
Los agentes patógenos derivados del medio ambiente son el ejemplo más sencillo de microbiota transitoria. Al llegar a la piel, el trabajo de eliminación por parte de la microbiota residente será esencial.
No obstante, podemos encontrarnos también con una microbiota transitoria procedente de otros lugares de nuestro propio organismo.
El impacto del entorno en la composición del microbioma de la piel
Como acabamos de destacar, el medio ambiente y el estilo de vida son grandes moduladores de la llegada de agentes patógenos a nuestro organismo y, por tanto, tiene un gran impacto en la composición microbiana cutánea.
Tanto es así, que diversos estudios han puesto el foco en esta variabilidad, destacando aspectos como:
- La existencia de grandes diferencias en las comunidades microbianas de la piel entre las personas que viven en entornos rurales y las que viven en entornos urbanos.
- El lugar del cuerpo es la principal fuente de variabilidad en la estructura de la comunidad bacteriana.
- El impacto del entorno en la dermobiota se observa en todos los grupos de edad.
- Los hábitos culturales y de estilo de vida también tienen impacto en la diversidad microbiana.
- El uso de productos químicos, fármacos o cosméticos a nivel familiar potencia en gran medida las diferencias.
En síntesis, nuestro modo de vida marca, de manera importante, la diversidad y equilibrio de nuestra dermobiota, encontrándose menores problemas en entornos rurales con menos presencia de químicos.
La escasez de recursos energéticos, un aspecto clave con muchos enigmas todavía
Una de las principales características moduladoras de la dermobiota, en contraposición a otros lugares del cuerpo humano, es la escasez de recursos energéticos para los microorganismos.
Este hecho ha propiciado que la microbiota residente en la piel, utilice los pocos recursos a su alcance presentes en el sebo, el sudor y el estrato córneo (formado principalmente por células muertas), a través de su capacidad de generación de proteasas y lipasas.
Tanto es así, que, por ejemplo, se han encontrado grandes diferencias en el genoma de las especies de Malassezia (con predominio de enzimas de tipo lipasa), en contraposición a la abundancia de enzimas utilizadas en el metabolismo de los carbohidratos de otros muchos hongos secuenciados.
¿Cómo se produce la colonización y formación del microbioma de la piel?
La teoría actual gira en torno al primer impacto colonizador del parto, describiéndose grandes diferencias entre si este se da de forma natural y el bebé pasa por el canal del parto o es vía cesárea y no lo hace.
Acerca de los cambios en abundancia y composición a lo largo de la vida, todavía hay muchos interrogantes. No obstante, y como hemos destacado anteriormente, el estilo de vida y el medio ambiente modularán este hecho.
Patologías asociadas al microbioma de la piel y sobre las que la ciencia indaga profusamente
Actualmente, son múltiples las patologías y problemáticas relacionadas con la microbiota de la piel en las que los investigadores buscan conocer a fondo dicha relación, en un intento de lograr revertir las mismas. Entre otras destacan:
- Dermatitis atópica
- Acné
- Dermatitis seborreica
- Caspa
- Cuero cabelludo seco
¿Es cierto que el exceso de higiene es negativo?, ¿Es malo exfoliarse?
Si bien no tenemos al alcance estudios específicos sobre estos factores, lo cierto es que haciendo un repaso de todo lo presentado en este artículo, parece lógico pensar que, en exceso, ambos comportamientos son contraproducentes para nuestra microbiota de la piel.
Teniendo en cuenta sobre todo que existe una escasez de recursos muy importante y que el sebo, el sudor o la capa más externa de nuestra piel, juegan un papel fundamental en ese sentido, lo cierto es que todo lo que conlleve una “retirada de nutrientes”, puede ser negativo.
No quiero decir con esto que haya que dejar de asearse o que la eliminación de la piel muerta de manera esporádica sea, en todos los casos, mala, pero el estado actual de las patologías relacionadas con la piel, en aumento y sin perspectiva de cambio, debe al menos hacernos reflexionar sobre los hábitos de higiene relacionados con nuestra piel.
Una última reflexión sobre el papel patogénico de algunas especies de la dermobiota
Aprovechando estos últimos párrafos para invitar a la reflexión, paso a exponer algunos datos sobre diversas especies, de las más abundantes de nuestra microbiota cutanea:
- Propionibacterium acnes se asocia con la hiperqueratosis.
- Staphylococcus hominis se ha vinculado a la aparición de forúnculos.
- Staphylococcus warneri está relacionado con la artritis séptica.
- Malassezia spp. se relacionan con una amplia variedad de problemas como la psoriasis, la dermatitis atópica, la dermatitis seborreica y un largo etcétera.
- Trichophyton rubrum se asocia al pie de atleta o la tiña.
- Molluscipoxvirus se ha relacionado con una enfermedad de la piel conocida como molusco contagioso.
- Poliomavirus de células de Merkel está vinculado al carcinoma de Merkel.
Si atendemos a la capacidad patogénica de los microorganismos que “viven con nosotros”, podemos cometer el error de pensar que los mismos son, por defecto, peligrosos para nuestra salud.
Sin embargo, los centenares y miles de estudios científicos sobre el microbioma humano dejan patente día a día que la relación, principalmente simbiótica, que tenemos con ellos y los distintos tipos de relaciones que tienen los mismos entre ellos, pero en nuestro cuerpo, traen muchos más beneficios que problemas. Yo personalmente me atrevo a decir que estos microorganismos forman parte de la homeostasis del ser humano.
¿Patógenos per se?
Un ejemplo perfecto lo tenemos en la dermobiota. Como exponemos, la gran mayoría de las especies predominantes en la microbiota de la piel están asociadas a problemáticas y, en los peores casos, a patologías graves como un carcinoma. Sin embargo, la prevalencia de ese tipo de enfermedades es muy baja.
Quizá haya llegado el momento de plantearse que muchos de esos problemas para el ser humano provienen de la ruptura con nuestro propio equilibrio como seres vivos, y ese sea el reflejo de este hecho, y no que las bacterias, virus, hongos y arqueas están buscando enfermarnos como su razón de ser principal.
Resumen de las principales ideas sobre la dermobiota
¿Qué es la microbiota cutánea?
El conjunto de microorganismos presentes en la piel del ser humano, principalmente bacterias y hongos, aunque también se pueden encontrar virus, fagos y arqueas.
¿Cuál es la microbiota normal de la piel?
No existe un conocimiento tan profundo de la microbiota de la piel como para saber que distribución de microorganismos se considera normal. No obstante, especies bacterianas del género Cutibacterium y hongos del género Malassezia, suelen ser las más habituales.
¿Cómo influye la microbiota en la piel?
Varias son las funciones principales de la microbiota en la piel, como la protección contra agentes patógenos, la participación en el sistema inmune, la generación de metabolitos y la participación en la termorregulación corporal.
¿Qué organismos forman la microbiota cutánea?
En la microbiota cutánea encontramos principalmente bacterias como Cutibacterium acnes y Staphylococcus epidermidis y hongos como Malassezia restricta o Malassezia globosa, aunque virus, fagos y arqueas estarán también presentes, pero en baja proporción.
¿Cuáles son las bacterias más comunes en la piel?
Especies de bacterias como Cutibacterium acnes, Corynebacterium tuberculostearicum, y algunas especies de Staphylococcus como S. hominis, S. epidermidis o S. mitis, son las más habituales en la microbiota de la piel.
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