La disbiosis intestinal es un trastorno que se produce cuando hay un desequilibrio en la microbiota intestinal, es decir, cuando hay un cambio en la composición y cantidad de los microorganismos que habitan el intestino.
Esto puede ser causado por factores como la dieta, el uso de medicamentos, el estrés o enfermedades.
Aspectos principales de la disbiosis intestinal
Como indicaba, cuando hay un desequilibrio en la microbiota, se produce lo que se conoce como disbiosis.
Esto puede manifestarse de diferentes maneras, como trastornos gastrointestinales, cambios en el patrón de evacuación y en la consistencia de las heces, síntomas de estrés o fatiga, problemas de piel, entre otros.
Este estado intestinal puede ser causada por diferentes patógenos como:
- Bacterias: Algunas bacterias que pueden causar disbiosis son Clostridium difficile, Salmonella, Escherichia coli, entre otras.
- Hongos: Los hongos como el Candida albicans o el Aspergillus pueden causar disbiosis en caso de una proliferación excesiva.
- Virus: Algunos virus como el rotavirus o el norovirus pueden causar infecciones gastrointestinales que pueden contribuir a la disbiosis.
No obstante, es importante entender que la presencia de estos patógenos puede ser causa o efecto del desequilibrio y falta de microorganismos “buenos”, probablemente causada de manera multifactorial por el estilo de vida.
Enfermedades asociadas a la disbiosis intestinal
La disbiosis intestinal puede estar asociada con una serie de enfermedades o trastornos. Algunos ejemplos de estas enfermedades o trastornos son:
- Trastornos gastrointestinales: la diarrea, el estreñimiento, el síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
- Trastornos autoinmunitarios: Algunos estudios sugieren que la disbiosis puede estar asociada con trastornos autoinmunitarios como la esclerosis múltiple, el lupus y la enfermedad de Crohn.
- Enfermedades de la piel: como el acné, la dermatitis y el eccema.
- Enfermedades del sistema nervioso central: Algunos estudios sugieren que la disbiosis puede estar relacionada con trastornos del sistema nervioso central como la depresión, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
Tratamiento de la disbiosis
El abordaje de la disbiosis dependerá del origen de la misma, pero el estilo de vida será el punto central. Esto quiere decir que aspectos como la correcta alimentación, el descanso y la higiene del sueño o la práctica de actividad física serán esenciales.
Asimismo, nos podremos apoyar en la suplementación probiótica, siendo las bacterias más comunes para este fin diferentes cepas de Lactobacillus, Bifidobacterium o la cepa de levadura Saccharomyces boulardii.