Por suerte, en los últimos años es cada vez más habitual escuchar hablar de la Vitamina D y su importancia para la salud, aunque desgraciadamente estamos inmersos en una auténtica pandemia de hipovitaminosis relacionada con ella.
Hoy te quiera hablar largo y tendido sobre esta vitamina que sintetizamos de manera endógena, impulsados por la acción del sol en nuestra piel.
Esta, es para muchos una hormona dada su importancia para la salud y te cuento por qué debes cuidar sus niveles de manera prioritaria.
La vitamina D y sus funciones para la salud
Probablemente hablar de sus funciones será el mejor punto de partida, sobre todo para poner en valor su importancia.
Entre otras, la Vitamina D participa en:
- Expresión y correcto equilibrio del sistema inmune
- Salud ósea
- Es mediadora de los procesos inflamatorios
- Expresión génica
- Tiene un papel vital en el embarazo
- Cumple funciones intestinales y de interacción con la microbiota
- Aunque pueda resultar paradójico, ayuda a la protección frente a melanomas
- Sistema cardiovascular
- Tiene función antimicrobiana
En resumen, una multiplicidad de áreas importantes que dejan patente el por qué cada año los estudios científicos ponen más relevancia en ella.
Tipos de vitamina D
A nivel general, encontramos dos tipos de Vitamina D dependiendo de su origen:
- D2 (vegetal o fúngico)
- D3 (animal)
Pero además hay metabolitos secundarios vinculados. Los clásicos son:
- 25D
- 1,25D
Y los nuevos:
- 20D
- 22D
- 20,22D
- 20,23D
- 17,20,23D
Pero además en nuestro organismo encontramos determinados metabolitos inactivos:
- 24,25D
- 1,24,25D
Pero no te preocupes, que en caso de que te haga falta, un profesional cualificado podrá explicarte en qué consisten.
El sol, aliado esencial
Y como indicaba en la introducción, para sintetizar Vitamina D necesito sol (al que le tenemos miedo) y colesterol (al que también le tenemos miedo) y quizá esa combinación provoque el estado general de la sociedad en cuanto a los niveles de esta vitamina.
En cuanto al sol, lo primero que debemos destacar es que se hace necesaria una exposición controlada a lo largo de todo el año, a ser posible. Controlada y saludable.
El gran problema es que la mayoría, cuando hablamos de exponernos al sol, se imaginan en la playa y embadurnados en protectores. Y nada más lejos de la realidad.
Para conseguir que el estímulo solar sea efectivo, este debe producirse directamente sobre la piel.
Y si te preguntas cuanto tiempo equivale a esa exposición controlada o en qué horas, ni siquiera la gran experta María Hernández Bascuñana (a la que tuve la suerte de entrevistar en el podcast de Microbiota desde cero) puede dar una respuesta certera, ya que como paso a destacar, hay múltiples factores que inciden en ello.
Factores que impactan en la obtención y metabolismo de la Vitamina D
Son muchísimos. Paso a destacar algunos.
- Latitud
- Estación del año
- Hora del día
- Altitud
- Orientación del cuerpo
- Fototipo de la piel
- Tiempo de exposición
- Bloqueadores (cremas solares, maquillajes…)
- Niveles de polución y contaminación atmosférica
- Factores fisiológicos como la edad, la genética o el sobrepeso
- Factores nutricionales como un estado mineral óptimo
Por todo lo indicado, poner especial interés en cuidar nuestros niveles de Vitamina D es un buen paso para mejorar nuestra salud presente y futura.