Aunque resulte sorprendente, la microbiota humana continúa activa incluso después de que cese la respiración definitivamente.
Esa comunidad invisible de bacterias, hongos y otros microbios que acompañó al organismo durante toda la vida no desaparece de golpe tras el fallecimiento; por el contrario, inicia un proceso de reorganización conocido como tanatomicrobioma o microbioma post mortem.
En este artículo me intereso por el, ya que comprender este fenómeno no solo aporta información valiosa a la criminología y la ciencia forense, sino que también revela claves sobre la salud de los seres vivos y su relación con el medio ambiente.
Por todo ello, hoy te contaré:
- Qué es el tanatomicrobioma.
- Características y etapas principales.
- Curiosidades
- Lecciones prácticas para la salud humana
¿Qué es el tanatomicrobioma?
Una vez que el corazón deja de latir y el sistema inmunitario cesa su vigilancia, los microorganismos que habitaban en equilibrio el intestino, la piel, los pulmones y otros órganos comienzan a migrar a tejidos que previamente les estaban vedados.
Dicho conjunto microbiano post mortem, que evoluciona rápidamente durante las primeras horas y días, constituye el tanatomicrobioma (del griego thanatos, “muerte”).
Características principales del microbioma post mortem
Si algo destaca en este nuevo «universo microbiano», es que la descomposición no es un caos aleatorio: sigue un guion por etapas, con protagonistas y reacciones químicas distintas.
Conocerlas nos da información sobre la existencia de un ‘reloj biológico’ y explica por qué ningún cuerpo se degrada igual que otro.
De manera resumida, esta es la información esencial sobre su evolución:

*Los tiempos son aproximados. Factores como temperatura, humedad, tipo de ropa y características del suelo pueden acelerar o retardar cada fase.
Curiosidades que te pueden asombrar sobre el tanatomicrobioma
A continuación te presento algunos aspectos curiosos sobre este área:
- El intestino marca el paso: el colon aloja hasta 100 billones de bacterias. Tras la muerte, estas son las primeras en «escapar» y son las responsables de la característica hinchazón abdominal.
- Cooperación insecto‑microbio: determinados microorganismos emiten compuestos olorosos que atraen a los insectos adecuados para descomponer el cuerpo.
- Huella microbiana individual: se han detectado diferencias en el microbioma post mortem de personas que tomaban antibióticos o seguían dietas muy diferentes en vida. Incluso después de la muerte se conservan pistas sobre los hábitos de cada individuo.
- Más allá de la autopsia tradicional existen proyectos de ingeniería que están desarrollando sensores portátiles capaces de detectar compuestos volátiles liberados por el tanatomicrobioma para localizar cadáveres en catástrofes naturales.
Aprendizajes para la salud de los vivos
Pero el análisis de la microbiota post mortem no se debe quedar en la morgue. Este revela pautas que pueden aplicarse al cuidado diario de la microbiota mientras se está vivo.
Entre los aprendizajes más destacados figuran los siguientes:
- La diversidad cuenta: cuerpos con microbiotas abundantes y variadas muestran una descomposición más regulada y menor invasión de patógenos oportunistas.
- Relevancia de la vigilancia inmunitaria: el estudio de la microbiota post mortem ilustra qué sucede cuando el sistema inmunitario deja de contener a los microbios, lo que ayuda a comprender fenómenos como la sepsis o la colitis.
- Antibióticos sí, pero con criterio: se han observado cadáveres con menor diversidad y mayor presencia de cepas resistentes tras el uso excesivo de antibióticos, un hallazgo que subraya la importancia de un uso responsable de estos fármacos.
En conclusión
El tanatomicrobioma evidencia que la vida y la muerte forman parte de un mismo ciclo ecológico en el que los microbios desempeñan un papel central.
Por extraño que parezca, analizar cómo se comporta la microbiota humana después del deceso proporciona claves para preservarla mientras se está vivo.
Me parece FASCINANTE, no se a tí.
Bibliografía
- Javan, G. T., Finley, S. J., Abidin, Z., & Mulle, J. G. (2016). The thanatomicrobiome: A missing piece of the microbial puzzle of death. Frontiers in Microbiology, 7, 225.
- Metcalf, J. L., Xu, Z. Z., Weiss, S., Lax, S., Van Treuren, W., Hyde, E. R., … Knight, R. (2016). Microbial community assembly and metabolic function during mammalian corpse decomposition. Science, 351(6269), 158–162.
- Moitas, B., Morais Caldas, I., & Sampaio‑Maia, B. (2024). Microbiology and postmortem interval: A systematic review. Forensic Science, Medicine and Pathology, 20, 696–715
- Von Hoermann C. et al. (2022). Linking bacteria, volatiles and insects on carrion: the role of temporal and spatial factors regulating inter-kingdom communication via volatiles. Royal Society Open Science 9: 220555
- Burcham ZM, Schmidt CJ, Pechal JL, Brooks CP, Rosch JW, Benbow ME, Jordan HR. Detection of critical antibiotic resistance genes through routine microbiome surveillance. PLoS One. 2019 Mar 14;14(3):e0213280.