Gran parte de la ciencia es anti-intuitiva, es decir, para comprenderla hay que abrir la mente y romper con nuestra manera clásica de entender el mundo que nos rodea. Lo mismo está pasando hoy en día con las identidades de género, especialmente con el no binarismo.
En este artículo reflexiono sobre todo ello, alentado por los paralelismos encontrados entre la física imperante en el universo, la cuántica, y la manera en la que expresamos nuestra identidad al mundo.
Mecánica cuántica, física cuántica y no binarismo
Va a ser un poco enrevesado. Os pido paciencia y perdón por adelantado. Pero prometo intentar exponer con la mayor sencillez y claridad posibles esta reflexión que tengo en mente.
Empecemos por la parte científica. La mecánica cuántica habitualmente conocida como física cuántica es la rama científica que estudia el espectro de los átomos y las partículas subatómicas y elementales, las más pequeñas conocidas hasta hoy en el universo.
El aspecto diferenciador de esta rama científica reside en que todo lo que pasa en ese universo cuántico, rompe con las reglas elementales de la física clásica, las que hemos aprendido todos en el colegio y las que han desarrollado gran parte de los científicos históricamente hasta hace unas pocas décadas.
Hasta aquí, por ahora, la base científica del artículo. Vamos con la parte sociológica y filosófica.
Nuevas maneras de entender la identidad de género
En los últimos años hemos asistido al nacimiento de conceptos como pansexualidad, no binarismo, género no fluido…
Si bien para nada soy un experto en este tema, aunque he tenido la gran suerte de aprender sobre una parte de ello de la mano de alguien que vive la realidad de esta lucha social a diario, expondré mi manera de entenderlo como sociólogo.
En pleno siglo XXI, el debate sobre la identidad de género ha ganado cada vez más peso. Pero… ¿a qué nos referimos con ello?
Lo primero que hay que destacar es que género y sexo o sexualidad son aspectos distintos que no hay que mezclar.
La identidad de género hace referencia a cómo uno mismo define su propio género y cómo se identifica a sí mismo.
La expresión de género sería la manera en la que proyectamos esa identidad que tenemos, ya sea a través de la ropa, el habla, la gestualidad, etc.
Y finalmente tenemos el sexo biológico. Lo que anatómicamente podemos identificar. Y aquí reside una de las grandes claves. El sexo puede estar en línea con la identidad de género o no, sobre todo si lo observamos desde un punto de vista clásico.
Como exponen algunos activistas, podemos resumir estas ideas en una: “el género es como te acuestas y la orientación sexual con quién te acuestas”.
El no binarismo
A día de hoy existe una amplia variedad de clasificaciones relacionadas tanto con el género como con la orientación sexual. Yo me centraré en el género de no binariedad o no binario ya que es el que tiene un vínculo con el apartado científico antes expuesto, como desgranaré a continuación.
Cuando hablamos de género no binario, hacemos referencia a aquellas personas cuya identidad de género se aleja de la concepción/clasificación clásica que gira en torno a lo masculino y lo femenino. Esa dualidad. Ese binarismo.
Indican algunos expertos que el no binarismo es un término “paraguas” que engloba muchas identidades, o la transición por varias de ellas a lo largo del tiempo (como es el caso del género fluido), tanto en la manera en la que se expresa el género, como en las elecciones relacionadas con la sexualidad.
Para mí, desde un punto de vista completamente personal y sin querer desmerecer los matices que cada persona quiera dar a su identidad, el no binarismo lo entiendo como una forma pura de expresión de un ser humano, que puede tomar cualquiera de las concepciones clásicas que tenemos tanto de género, como de expresión y orientación sexual.
Si dibujáramos una gráfica con todas las opciones existentes en el planeta en esos aspectos, desde mi punto de vista, el no binarismo englobaría la gráfica al completo. Y ese es el punto fundamental y de conexión con la mecánica cuántica.
Voy con ello. Quizá te explote la cabeza.
No binarismo cuántico
La mecánica cuántica es no binaria, tanto desde un punto de vista filosófico, como físico y computacional. De hecho esa es una de sus grandes aplicaciones futuras. Pero no es lo que nos interesa en este artículo.
Algunas de las ideas que hicieron click en mi mente y generaron una conexión directa entre la expresión de género no binaria y esta rama de la ciencia son las siguientes:
- La dualidad onda-partícula (u onda-corpúsculo). En cuántica, muchas partículas pueden tener comportamientos más típicos de una onda o de una partícula, dependiendo del momento en el que sea observada. Si lo llevamos al género, es como si al mirar a una persona dos veces, la identificáramos como mujer en una ocasión y como hombre la siguiente, según un punto de vista clásico.
- Superposición cuántica: una partícula puede tener diferentes estados a la vez. En el caso de género y sexualidad, podríamos hablar de una persona con todas las identidades y orientaciones al mismo tiempo.
- Colapso de la función de onda: es el fenómeno que ocurre cuando se intenta medir/observar una partícula. Destacar que, como vemos en las ideas anteriores, esta puede tener varios estados a la vez y, además, estar en diferentes localizaciones al mismo tiempo. Pues bien, ese colapso es el resultado de “obligar” a la partícula a definirse, es decir, a elegir un estado y un lugar en los que pueda ser medida u observada.
Y es precisamente el colapso de la función de la función de onda el que me permite realizar la analogía que es el motivo principal de la redacción de este artículo.
En cuántica, el observador es el que provoca el colapso de la partícula, obligándola a decidir como expresarse en un momento determinado, con el fin de comprender ciertos aspectos de la misma.
Es nuestra sociedad, podemos identificar el mismo fenómeno con las personas no binarias (y también con el resto de identidades y orientaciones). Como observadores de “nuestra realidad”, en base a los pilares mentales que tenemos del mundo, obligamos a que el resto elija una identidad para poder entender lo que estamos viendo. Y ahí el género colapsa.
La realidad es que la gran mayoría es incapaz de entender que al igual que ocurre a nivel cuántico, una persona puede superponer sus estados y vivir con todos ellos al mismo tiempo o expresarse como en una dualidad onda-partícula, donde dependiendo del momento en que se observe puede expresar cualidades que hagan que se identifique más con un tipo que con otro.
Y aunque resulte chocante y estemos o no de acuerdo, lo cierto es que la cuántica, las leyes de lo microscópico, son las que guían el universo en el que vivimos.
Es por eso que creo que el no binarismo es la manera pura de expresión de género, en la que simplemente se es ser humano y nos permite autodefinirnos a cada uno de nosotros desde cualquier perspectiva de género. Además, el sexo biológico es simplemente una característica más del ser vivo, como lo son la masa, la carga eléctrica o el spin de una partícula.
La sociedad es la que obliga a colapsar constantemente nuestro ser. A identificarnos bajo los estándares clásicos porque son incapaces de entender que se puede ser todo al mismo tiempo. O solo una parte de ello en un momento dado y poder cambiar al siguiente, sin motivo aparente y sin dar explicaciones porque el observador pretenda “entender la realidad”.
Luchemos por una identidad de género cuántica, en la que todos los estados convivan en armonía.
**Mis disculpas al colectivo LGTBIQ+ y a los físicos por si alguna de las ideas expresadas es errónea.