Uno de los términos que quizá en un futuro no muy lejano empiece a sonarnos, es el de introgresión.
La introgresión
Este, hace referencia al proceso de incorporación de genes de una especie en otra a través de la reproducción sexual. Esto puede ocurrir de manera natural o puede ser promovido de manera artificial a través de técnicas de ingeniería genética.
La introgresión puede tener lugar cuando dos especies que comparten un ancestro común se reproducen y producen híbridos fértiles. Estos híbridos pueden entonces reproducirse y transmitir los genes de una especie a otra, lo que lleva a la introgresión de esos genes en la población de la otra especie.
Según distintos análisis genéticos, esto ya ha ocurrido en el caso del Homo sapiens, pero son las mariposas las que más ejemplos tienen de este tipo de intercambio de genes.
Vínculo con la ingeniería genética
En el contexto de la ingeniería genética, la introgresión se refiere a la introducción deliberada de genes de una especie en otra mediante técnicas como la ingeniería genética o la ingeniería del genoma.
Esto se puede hacer con el fin de mejorar o modificar ciertas características de la especie receptor, como su resistencia a enfermedades o su rendimiento en condiciones de cultivo específicas. Tanto es así que la industria agroalimentaria investiga en profundidad este aspecto.
Mi interés por esta área viene derivado de la posibilidad de incorporar en el futuro genomas (por ejemplo bacterianos) a consciencia, con el fin de mejorar nuestra capacidad de afrontar ciertas situaciones con el medio ambiente.
El tiempo dirá si esta práctica es posible o, en caso de serlo, si es ético, tolerable y permisible.
Bibliografía
- Suarez-Gonzalez et al. 2018. Adaptive introgression: a plant perspective. Biol Lett.
- Pratap A, et al. 2021. Current Perspectives on Introgression Breeding in Food Legumes.