En el artículo dedicado a la microbiota vaginal, hablamos largo y tendido de sus características, composición o sus fuentes de desequilibrio.
Hoy nos centraremos en ese último punto, la disbiosis vaginal, analizando por qué se produce, cuáles son los patógenos más habituales o qué enfermedades se asocian a ese desequilibrio microbiano.
La disbiosis vaginal
La disbiosis vaginal es un desequilibrio en la microbiota del área vaginal. Normalmente, la vagina contiene una variedad de bacterias que ayudan a mantener el pH vaginal lo que genera un ambiente equilibrado y saludable.
Sin embargo, cuando hay un desequilibrio en la cantidad o el tipo de bacterias presentes, se puede presentar la disbiosis vaginal.
Hay muchos factores que pueden contribuir a este problema, incluyendo el uso de antibióticos, el cambio hormonal durante el embarazo y la menopausia, el uso de anticonceptivos hormonales, y las infecciones por hongos o virus, por ejemplo.
También puede ser una consecuencia de un sistema inmunológico debilitado o de una mala higiene íntima.
Los síntomas de la disbiosis vaginal pueden incluir picazón, enrojecimiento y dolor en el área vaginal, flujo vaginal anormal, mal olor y dolor durante el coito.
Patógenos más comunes en la disbiosis vaginal
Algunos de los patógenos más comunes que pueden causar un desequilibrio en la flora vaginal incluyen:
- Candida albicans: Este es un hongo que puede causar infecciones como la candidiasis.
- Gardnerella vaginalis: Esta bacteria se encuentra comúnmente en la vagina, pero cuando hay una cantidad excesiva, puede causar una infección conocida como vaginosis bacteriana.
- Escherichia coli: se encuentra comúnmente en el intestino y puede causar infecciones urinarias.
- Streptococcus y Staphylococcus: suelen estar vinculados a las infecciones de la piel y de las membranas mucosas, como la faringitis o el neumococo.
También podríamos citar en este punto a Enterococcus faecalis, habitual patógeno que suele vincularse a una incorrecta higiene íntima.
Es importante recordar que la vagina normalmente contiene una gran variedad de bacterias y que no todas las infecciones son necesariamente patógenas.
Enfermedades en disbiosis vaginal
Algunas de las enfermedades más comunes que pueden estar relacionadas con la disbiosis vaginal incluyen:
- Candidiasis: una infección por hongos causada por el hongo Candida albicans. Los síntomas pueden incluir picazón y enrojecimiento en la zona vaginal, flujo vaginal anormal y dolor durante el coito.
- Vaginosis bacteriana: infección causada por una cantidad excesiva de la bacteria Gardnerella vaginalis. Los síntomas pueden incluir flujo vaginal anormal, picazón y enrojecimiento en la zona vaginal y un olor desagradable.
- Infección urinaria: de la vejiga o los riñones. Los síntomas pueden incluir dolor al orinar, anormal frecuencia urinaria y dolor abdominal.
Probióticos utilizados para tratar estos problemas
Existen varios tipos de probióticos que se pueden utilizar para tratar la disbiosis vaginal.
Algunos de los probióticos más comunes que se utilizan para este fin incluyen:
- Lactobacillus: el tipo de bacteria más frecuente e importante a nivel vaginal, aunque está presente en otras zonas de nuestro cuerpo como el intestino.
- Bifidobacterium: Este es otro tipo de bacteria que se encuentra naturalmente en el intestino y que ayuda a mantener el equilibrio de la bacteriano a nivel vaginal.
- Saccharomyces boulardii: Este es un tipo de hongo que se encuentra naturalmente en el intestino.
Ante cualquier síntoma relacionado, lo mejor es acudir lo antes posible a un profesional experto en ginecología que pueda orientarnos a recuperar la salud vaginal lo antes posible.
Bibliografía
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- Ceccarani, C. et al. (2019). Diversity of vaginal microbiome and metabolome during genital infections.
- Chee, W. et al. (2020). Vaginal microbiota and the potential of Lactobacillus derivatives in maintaining vaginal health.