Los ácidos grasos de cadena corta o SCFA (del inglés short chain fatty acids) son metabolitos derivados de la fermentación bacteriana de las fibras dietéticas en la microbiota intestinal.
Te cuento todo lo que debes saber sobre ellos, ya que en los últimos años se ha acumulado gran evidencia sobre los beneficios de los mismos para la salud humana.
¿Qué son los ácidos grasos de cadena corta o SCFA?
Como te indicaba en la introducción, los ácidos grasos de cadena corta son sustancias que las bacterias secretan tras fermentar la fibra alimentaria.
Estos SCFA son combustibles importantes para las células epiteliales intestinales y regulan algunas funciones de las mismas a través de diferentes mecanismos para modular su proliferación, diferenciación y funciones.
Siendo así, tienen gran impacto en aspectos como la motilidad intestinal o la barrera intestinal. Además, hallazgos recientes muestran que los ácidos grasos de cadena corta, y en particular el butirato, tienen importantes funciones inmunomoduladoras e intestinales.
Para que nos hagamos una idea del impacto de estas sustancias, distintos estudios han destacado sus propiedades protectoras contra el desarrollo de diabetes y enfermedades oncológicas o han mostrado efectos antiinflamatorios con posible aplicación en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y la artritis, así como en la insuficiencia cardiaca.
Además, los ácidos grasos de cadena corta tienen propiedades antimicrobianas y pueden ayudar a mantener el equilibrio de la microbiota y prevenir la proliferación de patógenos.
Ácidos grasos de cadena corta más relevantes
A día de hoy, en el entorno de los SCFA se habla con especial prevalencia de los siguientes metabolitos:
- Butirato
- Acetato
- Propionato
Butirato
El butirato es un ácido graso de cadena corta que se produce naturalmente en el cuerpo humano y también se encuentra en algunos alimentos, como la leche materna y la mantequilla.
El butirato es sintetizado por ciertas bacterias que habitan en el tracto intestinal y se considera un metabolito clave de la microbiota.
Esta sustancia ha demostrado tener numerosos efectos beneficiosos para la salud como propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a mantener la barrera intestinal y a prevenir la inflamación crónica.
Además, el butirato puede tener un efecto beneficioso en la salud metabólica y puede ser útil en el tratamiento de ciertas condiciones médicas, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la obesidad e incluso el cáncer.
Propionato
El propionato es otro ácido graso de cadena corta que también produce naturalmente en el organismo.
Entre los efectos beneficiosos para la salud encontrados tenemos las propiedades antiinflamatorias y que puede ayudar a mantener la barrera intestinal y a prevenir la inflamación crónica. Además, el propionato puede impactar en la salud metabólica y servir en el tratamiento de ciertas patologías como la obesidad y la diabetes tipo 2.
También se está investigando su vínculo con los mecanismos humanos de hambre y saciedad.
Hasta tal punto es importante este metabolito, que un reciente estudio ha encontrado que “el metabolismo alterado del propionato contribuye a la progresión y agresividad del tumor”.
Acetato
El acetato es el último ácido graso de cadena corta que analizaremos.
Además de nuestro propio metabolismo, podemos encontrarlo en algunos alimentos como la leche materna y determinados aceites vegetales.
Con un vínculo similar con la barrera intestinal y la inflamación, este metabolito también se ha asociado con la obesidad y la diabetes tipo 2.
Incluso, recientes estudios en ratones han vinculado esta sustancia al correcto funcionamiento del sistema nervioso (en ratones).
Conclusiones
Los ácidos grasos de cadena corta o SCFA son presente y futuro de la salud. Aún quedan muchas incógnitas por resolver, pero hay una certeza que parece clara, fomentar el equilibrio intestinal y promover la producción de estas sustancias a través del microbioma, parece proveer de múltiples beneficios a nuestra salud.
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